YogAngie


LA MEDITACION-


Una de las funciones de la  mente es pensar, discernir  que es lo que mas nos interesa en una situación concreta y... si, la mente lo hace muy bien piensa y piensa hasta tal punto que dejamos de tener control de ella. Puede pensar cosas positivas, negativas o neutras, vivimos en una constante dualidad pero si perdemos el control y nos creemos todo lo que la mente nos dice estamos totalmente perdidos. ( Según unos de mis profesores de meditación vipassana todos somos  en pequeña medida esquizofrénicos) y realmente creo que tiene razón. Ahora os explico por que creo eso.

Un día en un curso de meditación vipassana a la hora de comer delante de mi había una mujer joven con problemas en una pierna, yo no la conocía ni tampoco podía hablar con ella en ese momento ya que en los cursos no se nos permite el contacto verbal con otros. El caso es que se le derramó la sopa al servirse su plato, mi mente enseguida reacciono y me dijo " será tonta ". Yo que la miraba con un gran amor y bondad hacia ella,  no creía que mi mente hubiera podido decir algo así  de ella a todos nos puede pasar algo así. Pero cómo podía sentir un gran amor y bondad hacia ella y a la vez mi mente pensar eso. Me di cuenta que en mi interior había una gran bondad pero mi mente es atrevida, mal educada juzga sin compasión. Sentí una gran confusión.

¿Quien era yo, la que había sentido bondad o la critica y el juicio?

Es como estar dividida es como ser dos personas distintas al mismo tiempo en cierta medida. Y lo pude evidenciar al tener mi mente tranquila al detener las fluctuaciones de la mente y estar muy atento sucedió el  quinto día de un curso de meditación intensa de la tradición Goenka. Lo cierto es que yo me identifiqué con la bondad y no con el juicio.

¿Pero cuantas veces en nuestro día a día nos identificamos con el juicio automáticamente?

Empezamos por confundir  lo que es real y que alucinación llegamos a creer pensamientos que no son reales nos hacemos suposiciones de como va ser el futuro o de como nos ve la gente y muchas veces nos damos cuenta que lo que habíamos supuesto no se acerca en nada a la realidad. Emitimos juicios hacia otras personas que no conocemos con mucha facilidad y cuando conocemos a esas personas sentimos vergüenza de haber pensado así de ellas.

La mente tiene una constante insatisfacción que creemos  podemos llenar con objetos materiales o con ocupar nuestra vida social hasta el extremo de caer rendidos. Así no nos afrontamos a la insatisfacción, pero nos distraemos y olvidamos que la teníamos.

De forma natural la mente tiende a la desdicha  la miseria y la queja. Es como la mala hierba crece sin preocuparte por ella. La naturaleza nos enseña mucho sobre nosotros mismos. Si quieres recoger algo primero hay que sembrar, pero muchas veces pretendemos recoger sin sembrar. O sembramos limones cuando queremos naranjas.

Para mi la meditación es el arte de sembrar la forma de crear libertad de transformar la desdicha en bienestar y alegría, en ver las cosas desde una perspectiva amplia, el darme cuenta el observar me da una visión panorámica. Aprendo cada día de la meditación la constancia, la rectitud, la tolerancia, el respeto... y si hay algún conflicto intento aprender de ello y como dice Enric Corbera ( psicólogo y especialista biodescodificación)  " dar la vuelta a mi mente como un calcetín". 

La meditación te da esa herramienta para elegir con que quieres identificarte con la critica el juicio con la fustración el dolor no puedo o con las buenas capacidades que existen dentro de cada uno, bondad, generosidad, confianza, plenitud, fuerza si puedo y lo intento.

Recuerdo cuando vivía en Londres ya sabéis que allí llueve frecuentemente  después tres semanas de lluvia suave, un día fuí a meditar al centro Jamyamg en la zona de Kennington un centro dedicado a la tradición budista donde solía ir . Así que cojí mi bici me dispuse a pedalear, mi mente empezó quejarse de la lluvia el mal tiempo y de que estoy haciendo aquí con lo bien que se vive en Barcelona bla bla bla...Cuando salí de clase de meditación me di cuenta que algo había cambiado que la lluvia ya no me molestaba y que  incluso resultaba  agradable sentirla en la cara.

¿Que había pasado? ¿Qué me ha hecho cambiar de parecer tan rápido?

Entonces comprendí el gran poder de la meditación, había cambiado mi visión y la siguió cambiando día tras día se convirtió en una parte de mi. Algo imprescindible para mi salud mental y física.




LIBRE Y RELAJADO

UN CANTO VAJRA ESPONTÁNEO por Guendun Rimpoché.

 

La felicidad no se consigue con grandes sacrificios y fuerza de voluntad; la
ya está presente en la relajación abierta y en el soltar.

No te esfuerces, no hay nada que hacer o deshacer.
Todo lo que aparece momentáneamente en el cuerpo-mente no tiene ninguna importancia,
sea lo que fuere tiene poca realidad. ¿Por qué implicarse con ello y después apegase? 

¿Por qué emitir juicios sobre eso y sobre nosotros?

Es mucho mejor dejar  simplemente que todo el juego ocurra por sí mismo,
Surgiendo y replegándose como las olas  -sin alterar ni manipular nada-
y observar cómo todo se desvanece y reaparece mágicamente, una y otra vez,
eternamente.

Es nuestra búsqueda de la felicidad lo único que nos impide verlo.
Es como perseguir un arco iris de vivos colores que no alcanzas jamás, 

o como un perro intentando atrapar su propia cola.

Aunque la paz y la felicidad no existen realmente como una cosa o como un lugar,
están siempre disponibles y te acompañan a cada instante.

No creas en la realidad de las experiencias buenas y malas;
pues son tan efímeras como el buen tiempo y el mal tiempo,
como los arco iris en el cielo.

Deseando aferrar lo inaferrable, te agotas en vano.
En el instante en que abres y relajas ese apretado puño del aferramiento,
ahí está el espacio infinito, abierto, seductor y confortable.

Sírvete de esta espaciosidad, de esta libertad y tranquilidad natural.
No busques más. No te adentres en la enmarañada selva
siguiendo el rastro del gran elefante despierto, pues ya está en casa descansando apaciblemente
enfrente de tu propio hogar.

Nada que hacer o deshacer,
nada que forzar,
nada que desear,
nada falta.


¡Emahó! ¡Maravilloso!
Todo sucede por sí mismo.

  

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